José María Hinojosa

 José María Hinojosa” el tempranillo”.

El tempranillo


 Había visto por primera vez la luz el día  21 de junio de 1805 en la pequeña aldea de Jauja término de Lucena Córdoba. Hijo de Juan y Hinojosa y de María Corbacho.  Fue bautizado con el nombre de José  Pelagio debido seguramente al santoral del día, aunque a él siempre le gustaría hacerse llamar  por el más sonoro de José María.
 Su partida de bautismo hallada en los archivos de la parroquia de jauja dice así:
nota en la población de jauja término de la ciudad de Lucena el día 20 y 4 de junio del año de 1805 o Don Francisco José Párraga cura único de esta iglesia parroquial del sr. San José en ella bauticé solemnemente a José Pel agio que nació el día 20 y uno del expresado mes y año hijo legítimo de Juan Hinojosa era de  20 y cinco años, de oficio jornalero y de María Corbacho y  de hecho de edad 20 años. Abuelos paternos: José Hinojosa y Ana Santaella. Abuelos maternos Francisco Corbacho e Inés Corbacho. Todos naturales y vecinos de esta población. Madrina: Isabel de la Cruz, a quien advertí del parentesco espiritual y las obligaciones que contrajo.
 Testigos: Gregorio y Francisco parque, sirvientes de esta parroquia. l de quedó y seis firmar Francisco José de Párraga y mármol.
Era hijo de Juan y María, los cuales eran jornaleros, al igual que sus abuelos. José no tuvo estudios y desde muy niño tuvo que trabajar como sus padres   y al servicio de un terrateniente  de la zona.
 Con tan solo 15 años empieza su vida como bandolero. La causa de tal modo de vida se encuentra en el día 29 de septiembre de 1820 en la romería de San Miguel, en la cual mató a un hombre. Hay tres hipótesis sobre el crimen que cometió; la primera es la de que José venga la muerte de su padre; la segunda vengando la violación de su madre ya viuda; y la tercera es de la de José enamorado de Clara, una niña de Jauja. Según esta tercera versión, al final de la romería hay un baile en donde un hombre adulto importuna a Clara, José se enfrenta al hombre y se bate en duelo de navajas, saliendo José victorioso al triunfar su navaja y asesinar a su contrincante.
 El hecho se sabe y debe huir, ya que la pena impuesta para este delito es la de la muerte en la horca. Así, toma el primer caballo que ve y se lanza a los montes de la Serranía de Ronda para sobrevivir.
 En sus primeros años como bandolero se dedicó al contrabando.
 José María huyó buscando nuevo y mejor refugio en el pueblo de  torrealhaquime. Pueblo, que aunque perteneciente a la provincia de Cádiz se halla en plena serranía de Ronda. En esta localidad entabló amistad  con un joven oriundo de Jabugo (Huelva) quien andaba metido como tantos otros en el nada lícito negocio del contrabando. Se llamaba este, Francisco salas, aunque todo el mundo lo conocía por el alias de Frasquito el de la Torre. Debió de ser entonces cuando conocería a la joven María Jerónima, la hermana del contrabandista con la cual andando el tiempo tendría su único hijo.
 pronto comenzarían sin embargo los dos amigos, ahora cuñados, a disentir en la manera de llevar adelante sus negocios, y de mutuo acuerdo decidieron tirar cada uno por su lado, no sin antes ponerse en tratos con   el modo de repartirse el territorio. fue así como en total camaradería acordaron los dos  no estorbar se los unos a los otros, por lo que pronto extenderían sus dominios a la mayoría de las provincias andaluzas.
 Y mientras corre su fama entre cantares coplas y chascarrillos por pueblos y campos de Andalucía: “Por la sierra de Ronda anda una partía”.
 Según cuentan, se incorporó a la banda de los Siete niños de Écija, los cuales se ganaban la vida robando a todos aquellos que se encontraban por la sierra. Aquí fue donde le apodaron "el Tempranillo", tal vez por lo pronto que tuvo que huir de la justicia. En esta banda se encontraba José Ulloa, "el Tragabuches", el cual era bandolero a causa de matar a su mujer y al amante de esta. A pesar de estar durante unos dos años con esta banda, donde aprendió bastante, José, con 18 años, creó la suya propia. Se especializó en asaltos a carruajes y diligencias, sobre todo de la Hacienda del Reino.
 El rey Fernando VII no sabía cómo parar estas grandes oleadas de bandoleros que se estaban produciendo en el sur de España y mandó importantes batallones especializados de soldados, llamados migueletes.
 En 1825, con 20 años, ya lo seguían 14 hombres, todos mayores que él. Cualquiera que pasara por la Serranía de Ronda tenía que vérselas con él y su banda
. Sin embargo, a todos estos forajidos les acompañaban las leyendas de sus buenas acciones. Así, a José María  se le conocía como "el bandido bueno", ya que era capaz de repartir más dinero a sus compañeros que a él mismo, y si un pueblo estaba en situación precaria, él daba grandes cantidades de dinero a cambio de refugio. En otras ocasiones ayudaba a gente pobre, como a un arriero que llevaba a un burro moribundo, ya que era lo único que poseía para trabajar y mantener a su numerosa familia. "El Tempranillo" le propuso que comprara la mula del herrero de la zona por 1.500 reales que él mismo le daba. El arriero compró la mula, y unos bandoleros fueron al día siguiente a pedir al herrero los 1.500 reales, a lo que este tuvo que acceder al decir los bandoleros que venían de parte del "Tempranillo". Siempre luchó contra los caciques y los latifundistas.
 Muchos de los huidos de la justicia se unían a él y llegó a contar con 50 hombres, entre ellos, Juan Caballero, "el Venitas", "el de la Torre" o "el Veneno".
La mayoría de estos eran héroes de la Guerra de la independencia que al finalizar la contienda se hallaron sin oficio ni beneficio. La única forma de subsistir la encontraron uniéndose a alguna partida de estos bandoleros.

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