LA CONGREGACIÓN DEL PECADO MORTAL

Los orígenes de esta asociación religiosa extendida por toda la geografía española, se remontan a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Su misión primordial era la de rogar al Padre Eterno que perdonara nuestros pecados, y al mismo tiempo hacer que mediante rezos y advertencias los hombres dejasen de ofender a Dios antes que la muerte les visitase y estuviesen en el mal camino.
Como cualquier congregación se hallaban encardinados en un templo (Santuario, parroquia, orden conventual, etc.) donde contaban con la asistencia y la dirección de un sacerdote.
Salían en solemne procesión las mas de las veces la madrugada de los viernes, vestidos de luto riguroso, con voto de silencio ( no podían hablar entre ellos ni con los vecinos con los que se encontraban) y tocando una campanilla y al mismo tiempo decían:" para pedir y rogar a Dios por los que se hallen en pecado mortal."
Después cantaban una saeta que apelaba ala virtud de los que guardaban los mandamientos.
Existía un cuarteto que proclamaban cantando, y que decía así::

MIRA QUE TE MIRA DIOS
MIRA QUE TE ESTÁ MIRANDO
MIRA QUE TE HAS DE MORIR
MIRA QUE NO SABES CUANDO.

Después de terminar las oraciones y los rezos pasaban un limosnero donde recogían las monedas que las gentes les echaban.
Durante la Semana Santa solían acompañar a la procesión del Nazareno del Viernes Santo. Lo hacían situados al final de la comitiva con sus cantos y plegarias.
Con el devenir del tiempo estas congregaciones se fueron extinguiendo, de tal manera que a finales del siglo XIX ya no queda constancia de su presencia en ningún lugar.
La de nuestra ciudad desapareció después de acaecer un luctuoso suceso en 1.854. Al parecer en las últimas noches que venían rezando hacían alguna que otra parada en las tascas que encontraban en su camino, gastándose el dinero de las limosnas y vociferando a tal volumen que los vecinos interpusieron sus quejas al alguacil de Ronda.
Así fue, como una noche, en la Calle de las Tiendas, se presentó el Promotor Fiscal de Ronda, señor Rojo Arias, que andando el tiempo fue Magistrado del Tribunal Supremo, Diputado a Cortes .... Este señor llevaba a su lado a un alguacil al que ordenó que detuviera a los alborotadores, y a los que conminó a abandonar semejante actitud bajo acusación de desobediencia a la autoridad.
En otros lugares las congregaciones de los Pecados Mortales se insertaron en otras hermandades del Viernes Santo.

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