ALFARERÍA

plato de cerámica

La historia de la alfarería va unida a la historia de casi todos los pueblos del mundo. Abarca sus mismas evoluciones y fechas y su estudio está unido a las relaciones de los hombres que han permitido el progreso de este arte.

La invención de la cerámica se produjo durante la revolución neolítica, cuando se hicieron necesarios recipientes para almacenar el excedente de las cosechas producido por la práctica de la agricultura. En un principio esta arcilla se modelaba a mano, con técnicas como el pellizco, el colombín o la placa (de ahí las irregularidades de su superficie). Tan solo se dejaba secar al sol en los países cálidos y cerca de los fuegos tribales en los de zonas frías. Más adelante comenzó a decorarse con motivos geométricos mediante incisiones en la pasta seca, cada vez más compleja, perfecta y bella elaboración. Esto determinó, junto con la aplicación de cocción, la aparición de un nuevo oficio: el del alfarero.

Antes de proseguir debemos aclarar que el nombre "alfarero" proviene del árabe "Al fayyar" , que significa hombre que modela el barro.

Situándonos en nuestra ciudad, nos encontramos con una zona denominada de los "tejares" . Su mismo nombre nos da la respuesta a la definición del sitio. Este se encuentra a la entrada a Ronda por el barrio de San Francisco dirección san Pedro de Alcántara. Allí, junto al río se encuentra la alfarería. El escoger este lugar no fue por un capricho, ya que en ese lugar hay durante casi todo el año gran cantidad de arcilla.

Si a la arcilla le añadimos sílice, plomo, estaño y óxidos metálicos, obtendremos el Grés. Si lo que queremos obtener es porcelana, añadiremos óxido de magnesio, de potasio y de aluminio, etc.

Así podremos utilizar la cerámica tanto en la construcción, la decoración, o bien en utensilios de cocina, como bandejas, vasos, jarras, cacerolas, ollas, etc.

Este oficio se ha transmitido durante siglos de generación en generación , pero hoy debido a la industrialización, en su forma artesanal está prácticamente desaparecido, aunque algunos ayuntamientos, preocupados,realizan cursos de alfarería a través de las Escuelas Taller.

Hoy la Alfarería rondeña se vuelve mas hacia el turismo, de la misma manera que el torno se a mecanizado y el horno de leña a dejado paso al de gasoil o al eléctrico. Aunque resumiendo, aún nos encontramos, entre otros cacharros, con los típicos botijos, las jarras para las sangrías o las huchas.

 

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