LA NAVIDAD

Haremos un poco de historia. En el imperio romano las celebraciones de Saturno se celebraban durante la semana del solsticio de invierno. Estas llegaban a su culmen el día 25 de diciembre. El Papa Julio I, ideó en el año 350 que la celebración del nacimiento de Cristo coincidiera en esa misma fecha, aunque algunos mantienen que fue adoptada como fiesta cristiana en el siglo IV después que el emperador romano Constantino I "el grande" se convirtiera al cristianismo y así fuese más fácil la conversión de los paganos al coincidir las dos celebraciones.

Una vez que sabemos del origen de esta festividad, nos ceñiremos a su celebración en nuestra ciudad, que no es más que un singular espejo de como se realiza en España.

Debemos tener en cuenta, que alrededor de la fiesta central que es la natividad, se encuentran, el fin de año y la Epifanía.

Si esta fiesta se caracteriza por algo , es por su gastronomía. Aunque en la antigüedad eran platos humildes y frugales, acompañados de abundantes dulces, con el paso del tiempo estos se han convertido en abundantes. Existen tres comidas esenciales en la navidad, que son: la cena de nochebuena, la de año viejo y la merienda del día de Reyes. En las cenas podemos encontrarnos desde pavo, cochinillo, cordero, besugo y langostino,etc. Mientras que para la merienda contamos con un dulce, el "roscón de Reyes".

Hay que tener muy en cuenta, que a lo largo de nuestra historia, no todos podían celebrar la navidad de igual manera debido a las diferentes clases sociales y aunque hoy se han minimizado esas diferencias, aún hay familias, dentro y fuera de nuestras fronteras, donde la navidad se vive de una manera diferente.

El año viejo también posee sus tradiciones particulares: Las uvas y el cava.

La costumbre de tomarse doce uvas al son de las campanadas que dan paso al nuevo año, aparecen en la nochevieja del año 1.895. En esta fecha por el presidente del consejo de ministros, quien despidió el año de esa forma.

Aunque, hasta nosotros ha llegado un bando municipal del alcalde de madrid Don José Abascal y Carredano, que en diciembre de 1.882, por la que se imponía una cuota de 5 pesetas (1 duro) a todos los que se decidieran salir a recibir a los Reyes magos. Una tradición que servía para ridiculizar en la noche de Reyes a algunos forasteros a quienes se les hacía creer que había que ir a buscar a estos en la madrugada del 5 de enero y además de la burla se dedicaban a beber y a hacer todo el ruido que les viniera en gana. Con este bando, D. José abascal quitó la posibilidad a los madrileños de divertirse, de tener un día de fiesta donde se permitiera casi todo. Esto junto a la costumbre de las familias acomodadas de tomar uvas y champán en la fiesta de nochevieja, hizo que un grupo de madrileños, decidieran ionizar la costumbre burguesa, acudiendo a la Puerta del Sol a tomar las uvas al son de lascampanadas, y de ahí la tradición.

Añadiremos que sobre este particular hay multitud de versiones, así que aquí exponemos la que creemos más verosimil.

En Ronda y durante muchos años, las uvas se consumieron al son del reloj del Ayuntamiento, en la plaza de España. Hoy las campanas han enmudecido por encontrarse estas junto al citado reloj en el parador de turismo y espantar el sueño de sus moradores con sus tañidos.

La noche del cinco de enero no podemos olvidar la cabalgata de los reyes Magos.Mientras estuvo en Ronda el regimiento de infantería Ceuta 54, los soldados ataviados de pajes, junto a las mulas que les servían para transportar el armamento pesado cuando iban de maniobras, cargadas con cajas de diferentes colores y tamaños, simulando llevar en su interior los juguetes que los niños les había pedido a Sus majestades, hacían la alegría de mayores y pequeños.

Hoy con el devenir de los tiempos todo va cambiando, pero el niño que llevamos dentro, oculto y asfixiados por tanto materialismo, sale de nuestro interior cada navidad para volver a mirar pasar a los Reyes magos con la misma admiración e ilusión que todos los años, esperando coger un puñado de caramelos o un muñequito de peluche. En una sociedad donde el sentido de "familia" se a depreciado hasta cuotas insospechadas, es la navidad, sus costumbres y tradiciones, las que más están sufriendo ese cambio.

 

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