Caja de Ahorros de Ronda

María Teresa Holgado Vázquez de Mondragón

Sra. Marquesa
El papel de la marquesa de Moctezuma fue decisivo para la creación de la entidad que nos ocupa. No sólo porque de su patrimonio provenían las diez mil pesetas que constituyeron el fondo inicial de la sociedad, sino porque durante su vida promovió la asistencia social y la mejora de la existencia de sus vecinos. El apoyo prestado a la educación fue una marca indeleble que se transmitiría a la Caja de Ahorros y que condicionaría su actuación a todos los niveles. El referente de la marquesa y el cumplimiento de los deseos expresados en su última voluntad constituyeron una poderosa baza que jugar y un acicate cuando el proyecto parecía próximo a empantanarse.
El 20 de enero de 1824 nacía María Teresa Holgado Vázquez de Mondragón, tercera hija del matrimonio de Alonso Holgado Moctezuma y Paula Vázquez de Mondragón. Su padre era desde febrero de 1864 marqués de Moctezuma, tras la creación de dicho título por Isabel II. Un título que su única hija heredaría – junto al de señora de Arriate– en 1891 tras la muerte de sus padres y hermanos. María Teresa permaneció soltera toda su vida. La ausencia de herederos y una especial sensibilidad hacia los problemas sociales de la época –compartida por otras mujeres de su clase– la llevaron a decidirse por la creación de una fundación que atendiese las necesidades de los rondeños, con gran interés en su instrucción. Así que el 9 de marzo de 1894 se estableció un patronato perpetuo sostenido por dos de los cuatro sacerdotes de las parroquias existentes –que se irían alternando cada dos años–, dos «personas de bien» elegidas por el obispo –cuyo plazo de renovación sería el mismo que para los sacerdotes– y el síndico del Ayuntamiento en representación de la corporación municipal.
Se estaba en el camino de la base que daría lugar posteriormente a la Caja de Ahorros. La suma del patrimonio otorgado por la marquesa de Moctezuma a la fundación se acercaba a las cuatrocientas mil pesetas (369.880,84 pesetas, para ser exactos). Su compromiso con la beneficencia y la cuestión social parecía totalmente claro y amplio.
En poco tiempo los acontecimientos se precipitaron. La enfermedad que la llevaría a la tumba la indujo el 24 de abril de 1897 a redactar testamento. Sus bienes fueron distribuidos entre sus parientes cercanos, personas allegadas e instituciones religiosas y de caridad. Pero se reservó espacio tanto para la citada fundación Moctezuma como para un monte de piedad: «Para la fundación de un Monte de Piedad que habrá de establecerse en esta población a los fines benéficos establecidos por las leyes y reglamentos, destina dos mil duros en efectivo».
En esta nueva fase la figura fundamental sería Antonio González y García. Letrado de la marquesa de Moctezuma, se le podría considerar el cerebro y planificador inicial de la Caja, redactando los estatutos originales de la sociedad. Con amplia experiencia en la comarca de Ronda, ya que buena parte de su carrera profesional se desarrolló allí –llegó incluso a ser alcalde de Ronda–, conocía al detalle el grave estado de las finanzas personales y la miseria en la que se hallaba envuelta la vida de gran parte de los rondeños.
El primero de febrero de 1909 terminaba el camino con la constitución del consejo de administración, cuyo primer presidente, Antonio González y García, consiguió aglutinar tras de sí a un grupo muy representativo de la sociedad rondeña. De gran valor puede considerarse la inclusión de los líderes de la opinión pública del municipio: como vicesecretario tuvo a Antonio Ventura y Martínez –director de El Fénix– y José Aparicio Vázquez –director de El Liberal Rondeño y ex-alcalde de Ronda–.
A continuación, le mostramos las fotografías de los nueve primeros presidentes del consejo de administración del Monte de Piedad y Caja de ahoros de Ronda.
1-. D. Antonio González.