LAS FILTRACIONES

La Compañía Sevillana de Electricidad establece relación con una empresa de Estocolmo (Suecia), llamada "SVENSKA DIAMANTBERBORRNINGS AKTIEBOLAGET" (Sociedad Anónima Sueca de Sondeos a Diamante), que tiene representación en España; el ingeniero Vega de Seoane, de la citada empresa, visitó a la compañía eléctrica, y le comentó con detalle todo lo que sería necesario para tapar las grietas con el fin de que el futuro pantano de Montejaque no tuviera perdidas de agua. El día 24 de octubre de 1922, la empresa sueca, desde Bilbao, redactó un proyecto de contrato donde explicaba el trabajo que iba a realizar. En una carta fechada en Madrid el día 26 de octubre de 1922, la empresa sueca informa a la Compañía Sevillana de Electricidad de que también , para la galería de presión, se necesitaban suministrar otros materiales como arena y grava, por lo que una trituradora y los molinos de arena trabajaban día y noche, llegando a preparar 3.000 metros cúbicos de grava y 1.500 'de arena, estando estipulado un total de 3.900 metros de grava y 2.400 de arena, como gasto total de la obra.
Llegado el mes de julio de 1924, se paralizan los trabajos, al descubrirse que no interesa seguir con la construcción de la galería, pues, al parecer, el empresario tiende a desviar gastos.
El ingeniero H. Gruner presenta al empresario un informe para la liquidación de la obra, decidiendo elaborar un inventario de los medios y útiles que le puedan seguir interesando a la Compañía Sevillana de Electricidad, como fueron: torre de perforación "Derrik", trituradora americana, compresor con martillos, torno, perforadoras, fresadoras, sierra circular, cepilladoras, pulidoras, vagonetas, raíles, etc.
El principal problema que presentaba el Pantano de Montejaque, como es sabido, era la dificultad de almacenar el agua debido a las grandes pérdidas que ocasionaban las características del terreno en el que se estaba construyendo. Los gastos que, hasta la fecha, se habían ocasionado y lo avanzado de las obras, justificaban la consecución del proyecto, si se encontraba la solución efectiva para que el agua no se perdiera.
En un documento fechado el 20 de mayo de 1926 se menciona como ejemplo las dificultades que tuvo la presa de Hales Bar sobre el río Tennessee, que, como la de Montejaque, intentaron disminuir las grandes pérdidas a través de varios sistemas, como el empleo de cajones neumáticos que no consiguieron impermeabilizar los estratos inferiores de la roca caliza; se inyectaron grandes cantidades de cemento..., pero cuando se llenó la presa, las pérdidas de agua por filtraciones eran enormes.
Se pretendió taponar las grietas con los sistemas conocidos, pero siempre el agua se abría paso bordeando el tapón y arrastrando arcilla. Se localizaron venas liquidas para obturar con inyecciones, pero no se consiguió gran eficacia. Tras varios estudios se descartó que bajo la presa discurriera una sola corriente, pues tras los sondeos se descubrieron infinidad de grietas en la roca sólida, irregulares y estrechas, que permitían filtrar el agua almacenada. La porosidad de la roca estaba muy distribuida y el relleno por inyección era imposible. En todo caso se podría probar el relleno con asfalto, que se solidifica de forma rápida al entrar en contacto con el agua, evitando su arrastre.
Se probó el relleno con asfalto, en pequeña escala, para ver su eficacia, utilizando un sofisticado sistema y se comprobó que parecía eficaz. Vista la aparente eficacia del asfalto se procedió a inyectarlo a través de 68 taladros en una longitud total de 1.875 metros. La profundidad máxima alcanzada fue de 41 metros. Se inyectaron 2.250 metros cúbicos de asfalto a una presión de 14 kilogramos por centímetro cuadrado. Con este sistema se observó la reducción de las filtraciones, pero se abandonó la operación antes de acabar con las pérdidas de agua porque el escaso caudal no compensaba el inmenso gasto que reportaba.
Un intento más de arreglar el problema del Pantano de Montejaque, evitando las pérdidas de agua, se propone en el mes de marzo de 1928. Se trata de echar en el suelo del pantano una capa elástica e impermeable.
Este proyecto viene avalado por un estudio realizado en varios periodos de tiempo, durante los cuales se han observado las cantidades de agua perdidas en diferentes cotas. Del estudio se deduce que, durante un año, existen más pérdidas en el fondo que en las grietas de las paredes del pantano. Como ejemplo, durante enero y febrero de 1928, entresacamos los siguientes valores:

En la cota 648, en el fondo se pierden 750 litros por segundo. laderas nada.
En la cota 655, en el fondo se pierden 910 litros por segundo.
En las laderas 380 litros por segundo.
En la cota 665, en el fondo se pierden 1.100 litros por segundo. En las laderas 1.480 litros por segundo.
A pesar de que las pérdidas son mayores en las laderas, las del fondo, tampoco son mínimas, y
al cabo de un año son superiores. Así, desde el 9 de noviembre al 1 de marzo , el nivel del embalse tuvo las siguientes variaciones:
- Pérdidas en el fondo: 9.701.000 m3.
- Pérdidas en las laderas: 8.745.000 m3.
Total se desembalsó: 18.446.000 m3.
Esta no fue la única empresa que ofreció sus servicios a la C.S.E. para intentar subsanar el problema de las pérdidas de agua. En una de las ocasiones, y debido a la fragilidad del suelo, cuando el nivel del agua tomó una considerable altura y la presión aumentó se produjeron pequeños seísmos por toda la base del pantano.

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