Cementerio de San Lorenzo

Cementerio de San Lorenzo, año 1944

LOS CAMPOS SANTOS DE RONDA

Durante la época en que Ronda estuvo bajo el dominio de Roma no sabemos en que lugar se ubicó el cementerio o necrópolis. La costumbre al uso era la de sepultar a los difuntos junto a las calzadas, para de esa manera, acercarlos a la cotidianidad del devenir del trasiego de los paseantes y los viajeros, y por ende que nadie se olvidara de ellos.
El acotar el espacio donde se situaban los sepulcros viene dado por la necesidad de proteger del saqueo a aquellos enterramientos donde el difunto había sido inhumado junto a sus tesoros y las indumentarias mas ricas. Los romanos, que no hacían mas que "asimilar" la cultura Griega, importaron de igual manera la llamada "ciudad de los muertos" o necrópolis. Parte de nuestra cultura hacia el mundo de la muerte proviene de la Roma Clásica.
Durante la dominación musulmana el lugar de enterramiento escogido según su cultura fue a extramuros de la ciudad o medina. Así a la puerta que comunicaba con esta zona se la denomina "puerta del Almocábar (cementerio en árabe)". Tal vez la persona que dio el nombre a una barriada de Ronda como de Almocábar no se diese cuenta de lo impropio de ese nombre para ese lugar.
Para reforzar la base histórica de lo citado, sabemos que hace años se hizo una excavación en los aledaños de la calle de San Francisco, hallándose restos humanos en varias sepulturas pertenecientes a la época antes citada.
En la Edad Media, mas concretamente tras la reconquista, la conversión al cristianismo que llevaron los reyes Católicos a las tierras asumidas por la corona, caracterizarían el tipo y la forma en la que se daría sepultura a los difuntos.
Es en esos momentos, una vez convertidas las mezquitas y otros edificios civiles ( La mezquita mayor se convertirá en Colegiata de Santa María de la Encarnación la Mayor, y la torre del homenaje en el templo dedicado al Espíritu Santo, cuando los enterramientos se hacen en las tierras aledañas a los templos o capillas.
Las diferentes clases sociales tendrán a partir de esa época una clara distinción. Así, a los clérigos, señores feudales y de gran reconocimiento, se les dará sepultura en el interior de los templos y al vulgo en recintos al aire libre.
Podemos consignar la tumba del último Moctezuma en la capilla del convento de dominicos (Iglesia de San Pedro mártir), en cuyo solar se encontraban así mismo muchas sepulturas, o las "catacumbas" en el interior de la Iglesia mayor.
La hermandad del Santo entierro de Cristo corría con los gastos del sepelio en aquellos casos de pobreza en que no pudiesen costear su entierro, como por ejemplo, los ajusticiados o los menesterosos.
Como antes citábamos, hasta el siglo XIX se enterraba a los muertos en los campos o cercas inmediatos a las iglesias, como era el caso de los cementerios del Espíritu Santo y de la Merced. Bajo el reinado de Carlos III se prohibieron terminantemente los enterramientos en el interior de la población, aunque al principio, el clero, las autoridades locales y la población en general, se negaron a cumplir esta.
Se suceden varias leyes a través de los años, así en 1.806 se dicta una Real Orden recordanto la promulgada por el citado monarca, y lo mismo se hace en 1.833 y 1.840 apremiando las construcciones de los nuevos cementerios.
Al hacer efectiva al fin esta ley se aceleró la construcción de los Campos Santos fuera de las ciudades.
En principio se construyó el nuevo cementerio y una ermita en un cercado que existía en la zona norte de la ciudad, pero según se cita, al estar tan alejado del bario de San Francisco y de la "ciudad" se continuó utilizando
el del Espíritu Santo.
Así, se procedió al emplazamiento del nuevo cementerio denominado del Calvario(1) en la parte norte de la población, si bien a mediados del siglo XIX se pensó en la construcción de uno nuevo más alejado aún, pues la población había crecido de forma desmesurada.
En 1.836 a causa de la aparición del cólera, la junta de sanidad de ronda propuso la creacióm de un cementerio en el Barrio de San Francisco, junto al convento "franciscano", pero, el guardián de la comunidad se negó, así que se decidió enterrar provisionalmente a los cadáveres en un solar denominado popularmente como "El corral de la fábrica", mientras se encontraba un lugar ventilado para tal fin.
Posteriormente a la exclaistración, la Hermandad de Ánimas y del Santo Sepulcro solicitaron permiso para convertir el solar del comvento franciscano en un Campo santo, aduciemdo que a cambio, los vecinos del "barrio", que en la mayoría de los casos eran jornaleros, no pagarían nada por sus enterramientos, dado las tasas tan elevadas señaladas para estos servicios. El rey les concede el permiso con la única condición de que la capilla del convento sea abierta al público y se conserve la parte del erdificio que estáen buen estado.
En el siglo XIX serán 2 los cementerios que se construirán en Ronda.
El primero de estos será el ubicado en la Dehesa. Se denominará de san Miguel, y su constructor será d Pedro Alonso de gutiérrez. De ladrillo visto y forma rectangular, con puerta de forja, en su interior se disponía de capilla, sala de autopsias y una
pequeña estancia para el sepulturero.
. Entre sus muros reposaron los restos de Doña Concepción García Redondo (Madre de Doña Carmen Abela),, y los restos mortales de la familia de Socorro de Hoyos, fallecidos tragicamente en la catástrofe de los Molinos del Tajo el año 1.917.
Este cementerio hubo de clausurarse, pues los restos humanos allí depositados en el suelo tendían a momificarse, impidiendo que pasados un tiempo estos dejaran sitio para otros enterramientos. Los técnicos constataron que la composición del suelo no era la idónea para el uso a que fue destinado. Uno de los últimos restos que se depositaron en ese lugar fueron los de la catástrofe antes citada.
En el año 1852 se construyó el Cementerio del Mercadillo, hoy de San Lorenzo, por la iniciativa del alcalde corregidor, don Teodomiro Collazo. El contratista encargado de las obras fue d. Fernando Ramón hurtado, el mismo que construyó el Ayuntamiento (hoy Parador de Turismo).
En un principio solo se componía de dos patios. El primero de estos aún conserva parte del empedrado y el pilón para que aquellas personas que necesitaban agua para limpiar los nichos y para las flores dispusieran de esta. Los militares tienen a su disposición una parcela de tierra en el segundo patio. Adosada a la fachada principal se encuentra la capilla y la sala de autopsias. Actualmente es el "CampoSanto" de nuestra ciudad.
Cabe citar como curiosidad, que en el patio número 1 y junto a la lápida donde descansan los restos de la familia Carrillo, se encuentra una "cruz monumental de término" del siglo XVI . Esta, llega a ronda a finales del siglo XIX o principios del XX desde un pueblo de la provincia de sevilla.
Es una crúz en piedra labrada de consideravle altura, que apollada sobre un fuste liso, conmacollas romboidales en las que se dispone siguiendo un posicionamiento angular hormacinas, repisas, con lo que parecen ser esculturas de los evangelistas. La crúz propiamente dicha es de perfiles rectos y planta romboidal que rematada en sus extremos con airosos florones que arrancan de basamentos ovtogonales y presentan decoración vegetal aplicada sobre sus brazos, dejando el crucero como lugar preeminente, donde se dispone una imagen de un crucificado en el anverso y en el reverso, la Virgen maría coronada por un ángel. Su estado, a pesar de su importancia histórica, es lamentable.
El año 1.852 se desmanteló el cementerio del Espíritu Santo.
(1) El cementerio del Calvario, ubicado en una de las zonas mas altas de nuestra ciudad. Su denominación vino dada porque esa zona se asemejaba al "Monte de la Calavera", lugar donde fue ajusticiado Jesús.
Durante la invasión napoleónica los francese se hicieron "fuertes" en el recinto funerario, destruyendo varios nichos de su fachada, asomando por el agujero practicado en la pared un cañón de gran calibre. Desde entonces a esta zona se la denomina "El Fuerte". El emplazamiento de este recinto sería aproximadamente donde hoy se ubica el instituto Rodríguez Delgado.
Posteriormente a la expulsión del invasor francés el edificio quedó en tal estado, que se hubo de clausurar. Se dice, aunque no nos consta fidedigna-mente, que los restos mortales de D. Pedro Romero se hallaban en ese cementerio y que a la clausura de este y al traslado de los restos a otro lugar, se perdieron.

Vista del cementerio de San Miguel

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