Incendio del colegio salesiano de “El castillo”.

   El incendio del colegio salesiano de "el castillo"”se produjo el invierno del año 1.926. La causa fue que en la cocina se utilizaba serrín para los fogones, y este material de combustión tiene un gran inconveniente. Este es que mientras arde produce mucho hollín, y si además tenemos unas chimeneas antiguas y mal conservadas, en cualquier momento pueden y de hecho ocurrió, comenzaron a arder, propagándose el fuego rápidamente por el entresuelo de madera.
  Gracias a un alumno que estaba ingresado en la enfermería que se ubicaba en la primera planta y vio que salía humo del techo, la tragedia no se cobró ninguna vida.
 
   El citado alumno al ver el humo llamó a voces al enfermero, que pensó para sí que el muchacho tenía fiebre y por consiguiente tendría alucinaciones. Nada más alejado de la realidad. Cuando el enfermero se percató de lo que estaba ocurriendo, y que no era otra cosa que estaba ardiendo el techo de la primera planta, salió en busca del director que en esos momentos se encontraba en el salón de actos reunido con todos los niños viendo una obra de teatro. Este al enterarse paró de inmediato la representación y dirigiendose a los estudiantes les dijo:
"  Niños, prestadme mucha atención. El Sr. Obispo ha llegado esta noche al colegio de santa Teresa y quiere vernos de inmediato, así que en fila de a dos y cogidos de la mano vamos raudos para allá."
  Esta es sin duda la decisión que salvó a los niños, al personal, salesianos y colaboradores de perecer bajo las llamas.
  De echo cuando todos ya se encontraban a salvo cruzando la plaza duquesa de Parcent escucharon una fuerte explosión a sus espaldas. Cuando se volvieron para ver lo que había ocurrido se quedaron atónitos. Toda la techumbre del edificio se había venido abajo y las llamaradas salían por las ventanas y balcones de la fachada principal. Según me cuenta mi madre, que por aquel entonces tenía 13 años, fue un espectáculo dantesco.
  Los vecinos que vivían en el arrabal alto ( las casas que están situadas en el interior de las murallas, en el barrio de San Francisco ), no tuvieron más remedio que subirse a los tejados para retirar los trozos de madera que caíandel cielo ardiendo a causa del gran ventarrón que hacía, y que no hizo ,más que aventar las llamas que en poco tiempo convirtieron todo el colegio en una gigantesca tea.
 Cuando el fuego fue sofocado solo quedaba en pie la fachada principal, todo lo demás, como mobiliario, libros y ropa, así como la imagen de María Auxiliadora, que se encontraba en la capilla del colegio y que al estar atornillada a su peana, no hubo materialmente tiempo para rescatarla.  
  Ese año, como cabía de esperar, se suspendieron las clases, y de inmediato se pusieron tanto los salesianos como los rondeños a reconstruir el colegio.
 Esto es a grandes rasgos lo que acaeció aquel año de 1926.

Vista aérea del colegio.

  
 En Ronda a 24 de octubre de 2008, antigua festividad de San Rafael.

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