DEL ORIGEN DEL EDIFICIO

La casa moderna que hoy conocemos, con sus accesorios de la arquitectura ordinaria de la época se construyó en 1709, siendo propiedad de cierto Diego Benítez, el cual la cedió al convento  de religiosas de Madre de Dios.
Estas, el mismo año  de 1709 la vendieron a Francisco Durán Valiente, el que en su testamento, otorgado en Ronda en 1729, la dejó a Jaime  de Vilches Durán. Vendióse posteriormente este inmueble , por escritura otorgada el  22  de Mayo de 1767, a D. Jacinto de Salvatierra y Tabares, que fue el que le hizo construir la fachada  ornamentada  de cuatro  columnitas quebradas.
En   el  testamento de D. Jacinto de Salvatierra, otorgado el 10 de Abril  de  1807, la  lega a  sus  sobrinos  y  únicos  herederos, los marqueses  de  Salvatierra: D. Bartolomé  Félix  de  Salvatierra Ibarra, caballero de la Orden de Alcántara  y  de  la  Ilustre  y Real Maestranza de Caballería de Ronda,; a su prima hermana y legítima consorte Doña  Antonia  de  Salvatierra  y  Ayala, Estos señores la vendieron a su  sobrino político D. Salvador de Linares y Taboada, coronel de los Reales Ejércitos y del regimiento provincial de Ronda, y caballero maestrante, según escritura otorgada el 4  de Septiembre  de  1816. 
Por  último,  de  dicho  señor la heredaron D. Alejandro Lina res y sus hermanos, y adjudicada por la muerte de Don Alejandro, a su viuda, y por ésta posteriormente a su  hijo D.  Salvador,que fue quién la vnedio Lawrence Perin, ciudadano americano de Baltimore.
Con posterioridad este inmueble sería adquirido por la Duquesa de Parcent.

Como hemos citado, se trataba de un edificio del siglo XVIII, que había pasado por manos de diversos propietarios con distintas suertes;  de formas nobles con impresionantes vistas a la garganta del tajo,; tiene una particularidad como es albergar en su interior la escalera por la que los esclavos de los musulmanes bajaban con los odres al río a fin de conseguir el agua necesaria para esta parte de la medina. Según va pasando el tiempo esta Señora va ampliando las dimensiones de su casa por la compra de los solares colindantes con el fin de añadir a su vivienda unos amplios jardines, que diseñará para ella Forestier, de trazado similar al del famoso Parque de María Luisa de Sevilla del cual también era autor.
En este se alojaba las temporadas que venía a Ronda a descansar y a visitar a su madre que residía en esta ciudad.
Otros poseedores de esta finca fueron: Carmina Hernández, anticuaria de profesión, y la familia Girón.
Hecha esta relación, fácilmente se adivina en qué tiempo y bajo qué poseedores llega el inmueble, mal denominado Casa del Rey Moro, hasta nuestros días.
Lamentablemente el estado de conservación de este palacete deja mucho que desear. Esperamos que su actual propietario lleve a buen puerto las obras que a acometido para tal fin.

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