3ª Parte

La sociedad de principios del siglo XX

 

Hasta bien entrado el siglo XX la pobreza y la miseria pululaban por las calles de ronda. Había muchas viviendas que se parecían mas a una cuadra que a una casa. En la parte de atrás del actual ayuntamiento  había soldados, y cuando a estos les traían el “ rancho “, aparecían muchos chiquillos con las viejas chaquetas de sus padres echadas por los hombros, pues estaba claro que carecían de ropa de abrigo. Estos traían en sus manos unas latas que llevaban cogidas por un alambre a forma de asa, y donde los soldados con un cazo les iban dando lo que les había quedado en el caldero. Como dije antes, en sus casas todos convivían juntos. Padres, hermanos y hermanas, e incluso los animales. Una cortina hacía las veces de tabique. La intimidad en estos lugares era una utopía.
Y del aseo personal mejor no hacer ningún comentario. Eran muchas las casas de Ronda que carecían de agua corriente y por ello debían ir a las fuentes p�blicas ubicadas en ciertos lugares de Ronda y , esta circunstancia dio lugar a la aparición de los aguadores, un oficio que hoy ha quedado "para el recuerdo" el del aguador;esta simpática figura formaba parte del paisaje de nuestra ciudad y en su caballería acercaba el agua a las casas cuyos moradores pagaban por el transporte; De estas fuentes caben reseñar la de los “ocho caños” , otra situada en la parte superior de la calle Santa Cecilia, el pilar del “barrio” ,  hoy adosado a las murallas junto a la puerta del Almocábar,otra se ubicaba al fianal de la calle Pastor Divino y más de una que se perdieron en la noche de los tiempos.. En algunas de estas fuentes había que pagar una tasa por llenar los cántaros. Una de estas estaba ubicada en la calle Capitán Cortés. Era como una caseta de obra emplazada casi en el centro de la calle. En la fachada había una puerta que daba acceso al interior de esta y justo al lado y en la misma fachada estaba el grifo que tenía en su parte inferior una especie de escalón para soportar los cántaros mientras estos se llenaban. Creo que por aquel entonces costaba un céntimo llenar un  cántaro de agua. Había fuentes en la calle Los Vicentes, junto a los “baños árabes” (agua ferruginosa), calle Infantes ( a la altura del Nº 22, y hoy desaparecida), calle San Francisco, plaza Pedro Pérez Clotet, en la cuesta de Santo Domingo frente a la “casa del rey moro, calle “marqués de Salvatierra (2) y junto a la plaza del “campillo” hay otra, amén de las que antes mencioné. La otra cara de la moneda la componían las familias acomodadas, entre las que podemos citara la duquesa de la Rosa, el marqués de Salvatierra, la duquesa de Parcent, Don lorenzo Borrego, y así, unaextensa lista de prohonmbres que decidieron hacer de Ronda su lugar de residencia habitual.       También, y como cosa curiosa que recuerdo, es que la calzada de la calle Mª Cabrera  ( antes Prin hasta la parroquia de los Descalzos, y desde ese punto hasta la Carrera de Espinel, Juan carrillo. también a esta calle se le llamaba como "calle Pierrad”) estaba como medio metro más baja que las aceras. Las pequeñas rampas que salvaban la diferencia de altura entre las aceras y la calzada estaban  terrizas. Cuando llegaba la primavera era digno de ver la cantidad de flores e hierbas que haciendose paso entre las piedras de los laterales  brotaban por toda la calle. Esto sería en el año 1.921
  Por aquel entonces la oficina de correos estaba en el primer tramo de la calle Naranja y la plaza de abastos se encontraba en el claustro del convento de Sto. Domingo. Yo recuerdo que mi madre compraba los cacharros de barro en la alfarería que estaba a la salida del barrio y el carbón en la calle Armiñán, junto al Señor del perdón.
  También estaban los fielatos, que como todos sabemos, eran unas caasetitas situadas
Ante las principales vías de acceso a Ronda, y donde un señor mal pagado por el ayuntamiento cobraba una tasa   por toda mercadería que accediese a nuestra ciudad. Uno de estos estaba en la calle Sevilla, junto al archivo de Unicaja, un segundo  entrando a ronda por Algeciras, un tercero   estaba en la plaza del campillo y un cuarto  en la carretera de Málaga.
  Las personas que estaban a cargo de estos fielatos se les llamaba consumistas , como dije antes,  cobraban muy poco y cuando llegaba el invierno ponían en una lata de conservas unas ascuas para no quedarse helados
  Vigilaban que, por ejemplo, la leche que traían a Ronda no estuviese aguada, ni que el pescado o la fruta vinieran estropeados.
  Como siempre hubo pícaros, los lecheros una vez pasado el control y en cualquier fuente que no estuviese muy a la vista, le echaban agua a la leche.
  Otras tiendas de comestibles estaban en los soportales que hay junto al puente nuevo.

Atrás---Salir